Hola a todos, esta entrada es
bastante extensa y dedicada a peripecias diversas con Linux, así que
avisados estáis...
Tiempos de Cambio...
Estos días, aprovechando que tenía algo más de tiempo libre, acometí una tarea que había pospuesto durante bastante tiempo: la actualización de mi sistema operativo LinuxMint Debian. Como los proyectos que tenía en marcha requerían de una cierta estabilidad, había desactivado el Gestor de Actualizaciones. Sin embargo, esta 'desactualización voluntaria' provocaba problemas cuando intentaba instalar algún paquete de software nuevo, sobre todo por dependencias relacionadas con Gnome 2 (descansa en paz, querido compañero).
Había seguido el axioma bastante extendido en el mundo de la informática de "si funciona, no lo toques". Mi sistema estaba felizmente anclado en el 'Update Pack 3' y con 'Gnome 2' como sistema de escritorio. Teniendo en cuenta el tiempo que había pasado desde mi última actualización, esta operación parecía una maniobra arriesgada, así que por si acaso realicé una copia de seguridad del sistema con 'Redo Backup', me armé de valor y arranqué el Gestor de Actualizaciones.
Efectivamente, la actualización apuntaba hacia el 'Update Pack 6', con cerca de 1 Gb de datos y un salto importante en el kernel (desde el 2.6.39 hasta el 3.2.0-4). Tenía la impresión de que iba a pasar unos días la mar de entretenidos. Crucé los dedos y activé el proceso...
La mayor parte de esa tarde la ocupo en descargar, desempaquetar y comenzar la instalación. Uno de mis mayores temores eran los problemas que pudieran surgir con la tarjeta gráfica Nvidia, cuyos paquetes se actualizan a la par que el Kernel. Sobretodo, porque había conseguido un buen equilibrio para trabajar con Blender y el soporte Cuda con el motor Cycles...
Tras finalizar la actualización, me hice el ánimo: era hora de reiniciar el sistema con el nuevo kernel. Bien, todo parece correcto y hasta levanta bien el modo gráfico... pero...
Gnome 3. Cualquier tiempo pasado...
Ahora entiendo las famosas declaraciones de Torvalds... porque lo que tengo frente a mí no sólo supone un cambio de apariencia. La nueva disposición de elementos y la ocultación de otros hacen que necesite unos cuantos minutos para comprender con lo que me enfrento... exactamente 10 minutos que es el tiempo que tardo en decidir que esto no es para mí. Una pequeña consideración: No me parece una buena idea que para acceder a distintos elementos tenga que hacer un movimiento con el ratón de un extremo a otro en un monitor de 23".
Una vez tomada la decisión, hay que buscar alternativas... Cinnamon o Xfce... ummm... pues nada probaremos los dos. Instalo sus correspondientes paquetes y a iniciar sesión con cada uno de ellos.
Cinnamon. Más bonito que un San Luis
El aspecto inicial al arrancar con este entorno de escritorio es impecable: sigue la disposición visual de Gnome 2 pero con una apariencia mucho más cuidada y bastantes efectos en las ventanas (teniendo en cuenta que yo venía de Gnome 2 con los efectos de Compiz desactivados).
Jugueteo un rato con él pero percibo cierta pesadez, sobre todo cuando añado algunos elementos para terminar de configurarlo... será cuestión de probar Xfce (aunque no lo descarto en absoluto).
Tiempos de Cambio...
Estos días, aprovechando que tenía algo más de tiempo libre, acometí una tarea que había pospuesto durante bastante tiempo: la actualización de mi sistema operativo LinuxMint Debian. Como los proyectos que tenía en marcha requerían de una cierta estabilidad, había desactivado el Gestor de Actualizaciones. Sin embargo, esta 'desactualización voluntaria' provocaba problemas cuando intentaba instalar algún paquete de software nuevo, sobre todo por dependencias relacionadas con Gnome 2 (descansa en paz, querido compañero).
Había seguido el axioma bastante extendido en el mundo de la informática de "si funciona, no lo toques". Mi sistema estaba felizmente anclado en el 'Update Pack 3' y con 'Gnome 2' como sistema de escritorio. Teniendo en cuenta el tiempo que había pasado desde mi última actualización, esta operación parecía una maniobra arriesgada, así que por si acaso realicé una copia de seguridad del sistema con 'Redo Backup', me armé de valor y arranqué el Gestor de Actualizaciones.
Efectivamente, la actualización apuntaba hacia el 'Update Pack 6', con cerca de 1 Gb de datos y un salto importante en el kernel (desde el 2.6.39 hasta el 3.2.0-4). Tenía la impresión de que iba a pasar unos días la mar de entretenidos. Crucé los dedos y activé el proceso...
La mayor parte de esa tarde la ocupo en descargar, desempaquetar y comenzar la instalación. Uno de mis mayores temores eran los problemas que pudieran surgir con la tarjeta gráfica Nvidia, cuyos paquetes se actualizan a la par que el Kernel. Sobretodo, porque había conseguido un buen equilibrio para trabajar con Blender y el soporte Cuda con el motor Cycles...
Tras finalizar la actualización, me hice el ánimo: era hora de reiniciar el sistema con el nuevo kernel. Bien, todo parece correcto y hasta levanta bien el modo gráfico... pero...
Gnome 3. Cualquier tiempo pasado...
Ahora entiendo las famosas declaraciones de Torvalds... porque lo que tengo frente a mí no sólo supone un cambio de apariencia. La nueva disposición de elementos y la ocultación de otros hacen que necesite unos cuantos minutos para comprender con lo que me enfrento... exactamente 10 minutos que es el tiempo que tardo en decidir que esto no es para mí. Una pequeña consideración: No me parece una buena idea que para acceder a distintos elementos tenga que hacer un movimiento con el ratón de un extremo a otro en un monitor de 23".
Una vez tomada la decisión, hay que buscar alternativas... Cinnamon o Xfce... ummm... pues nada probaremos los dos. Instalo sus correspondientes paquetes y a iniciar sesión con cada uno de ellos.
Cinnamon. Más bonito que un San Luis
El aspecto inicial al arrancar con este entorno de escritorio es impecable: sigue la disposición visual de Gnome 2 pero con una apariencia mucho más cuidada y bastantes efectos en las ventanas (teniendo en cuenta que yo venía de Gnome 2 con los efectos de Compiz desactivados).
Jugueteo un rato con él pero percibo cierta pesadez, sobre todo cuando añado algunos elementos para terminar de configurarlo... será cuestión de probar Xfce (aunque no lo descarto en absoluto).
Xfce. ¡¡ Esto es Esparta !!
Ya al arrancar se nota la diferencia con los otros dos entornos: mayor sencillez visual, sin efectos, aunque una cosa me intriga... pese a considerarse como un escritorio más ligero, existe un cierto 'lag' al mover y abrir ventanas.
Curioseando entre toda la paquetería que ha instalado Xfce veo 'Xfce4 mintDesktop', activo 'Compiz Fusion' y noto que la navegación gana muchísimo en fluidez (primer escollo resuelto). Seguimos toqueteando aquí y allá para habilitar el color blanco en las tipografías del escritorio, remover sus bordes, poner los temas de Mint (Mint-X)... vaya, esto ya va tomando cuerpo... añado y quito elementos de los paneles superior e inferior... incorporo Conky con medición de temperaturas y otros recursos et voilà.
Ahora unos apuntes para ajustar algunos detalles de este entorno de escritorio:
1. En 'Sesión e Inicio' > 'Autoarranque de aplicaciones' añado algunos elementos:
- Para desactivar el molesto pitido del sistema añado un comando con: xset b off
- Para activar los dos monitores con pantalla separada, lo primero es comprobar mediante xrandr su nombre y posición. Luego preparo otro comando para el autoarranque: xrandr --output DVI-I-1 --right-of DVI-I-2 (Evidentemente aquí cada uno debería poner sus propios valores en función del resultado de 'xrandr').
2. Si tienes problemas porque las
notificaciones aparecen en el segundo monitor: abre dconf-editor Navega hasta '/apps/notify-osd/multihead-mode'. Cambia
'dont-focus-follow' por 'focus-follow' y ya aparecerán en el sitio correcto.
3. Para completar las funcionalidades de Thunar, el navegador de archivos de Xfce, se pueden añadir algunas acciones personalizadas para el botón secundario. Abres cualquier ventana del navegador > Editar > Configurar acciones personalizadas > Botón añadir:
3. Para completar las funcionalidades de Thunar, el navegador de archivos de Xfce, se pueden añadir algunas acciones personalizadas para el botón secundario. Abres cualquier ventana del navegador > Editar > Configurar acciones personalizadas > Botón añadir:
- Abrir carpeta como administrador. Comando: gksu thunar %N En la pestaña de condiciones de apariencia seleccionar 'Directorios'.
- Editar archivo como administrador. Comando: gksu mousepad %f En la pestaña de condiciones de apariencia seleccionar 'Archivos de texto'.
- Para añadir un buscador
puedes seguir estas
instrucciones.
Sorpresa, sorpresa. A vueltas con Nvidia
Como ya había apuntado antes, uno de mis mayores temores venía de la actualización de los paquetes relacionados con Nvidia. Tras actualizar, no había trasteado en profundidad y parecía que todo iba correcto... pero... siempre hay un pero.
Tras dejar todo el sistema aparentemente acondicionado, decidí preparar los archivos de actualización del juego SteamPac 3D: buscar, comprobar fechas, versiones... bien... arranquemos el juego para ver si esto funciona:
Versión de 64 bits en Linux... OK
Versión de 32 bits en Linux... WTF... esto no arranca...
No perdamos los nervios y veamos la consola:
error while loading shared libraries: libGL.so.1: cannot open
shared object file: No such file or directory
Pues algo relacionado con esa librería sí que hay, aunque me temo que la que necesita no está correctamente instalada... mañana será otro día.
Efectivamente, nada como un sueño reparador y 'San Google' para dar con la solución:
Las aplicaciones de 32 bits no funcionan correctamente en los sistemas de 64 bits con los drivers privativos de Nvidia debido a que los paquetes *nvidia*-ia32 se han convertido en unos paquetes vacíos tipo 'dummy' para ayudar en la transición de paquetes 'Multiarch'. Es decir, durante la actualización se elimina la librería antigua y se reemplaza por un archivo vacío.
Para recuperar esa funcionalidad existe una maniobra un poco arriesgada que a mí me ha funcionado: actualizar esos paquetes desde los repositorios de debian 'sid'.
Lo primero es añadir los repositorios 'sid'. Voy a apuntar dos posibles modos para ello:
- Editar como 'root' /etc/apt/sources.list y añadir al final: deb [arch=amd64,i386] http://ftp.debian.org/debian/ sid main contrib non-free
- Abrir el Gestor de Paquetes Synaptic > Configuración > Repositorios > Otro Software > Añadir: deb [arch=amd64,i386] http://ftp.debian.org/debian/ sid main contrib non-free
OJO: Cuando hayamos acabado toda la operación, hay que comentar esa línea con '#' o eliminarla para que los repositorios vuelvan a apuntar a 'testing'. Si lo habéis hecho mediante el Gestor de Paquetes, podéis desactivar la casilla correspondiente a 'sid'.
A continuación, como 'root', ejecutar los siguientes comandos en la consola:
dpkg --add-architecture i386
apt-get update
apt-get install libgl1-nvidia-glx:i386
apt-get update
apt-get install libgl1-nvidia-glx:i386
Naturalmente te dirá que actualizará algunos paquetes y añadirá otros... yo le dí a 'Aceptar' con la esperanza de que no el sistema no saltara por los aires y para mi sorpresa todavía continúa vivo y ejecutando correctamente las aplicaciones de 32 bits.
Para acabar... y sí, acabo
No pretendo que esta entrada sea motivo de controversia sobre los entornos de escritorio en Linux. Se trata de una opinión basada en mi experiencia de trabajo. Para mí, lo importante son las aplicaciones con las que desarrollo mis proyectos. Al entorno de escritorio sólo le pido que me permita hacer esto de una manera eficaz y agradable. Así, no estoy en contra de que se apliquen determinados efectos, pero bajo mi punto de vista, cuando hago un render necesito que la mayoría de los recursos de mi equipo se empleen en esa tarea.
En los tiempos que corren y con el auge de 'tablets' y teléfonos móviles, existe la tendencia de homogeneizar los sistemas y las experiencias de usuario (Véase Windows 8). Sin embargo, creo que los grandes perjudicados han sido los equipos de sobremesa que (pese a su gran potencia de cálculo) en cierta manera ven reducida sus capacidades encorsetándolas en entornos que a mi parecer no les favorecen. Por poner un ejemplo, jamás pondría a correr un Ferrari por una pista forestal...
Sin embargo, como en todo, todavía podemos ver la luz. La propia diversidad de Linux permite que siempre exista una alternativa que se adapte a tu modo de hacer las cosas y no seas tú quien deba ajustarse a la máquina...
Saludos
Aviso para navegantes:
- Como ya he comentado, alguna de las soluciones que se proponen en esta entrada podrían desestabilizar vuestro sistema operativo, así que no me hago responsable de los posibles daños que podáis causar en vuestros equipos.
- Si queréis algún detalle o aclaración sobre cualquiera de los aspectos, preguntad en los comentarios (no está de más exponer las dudas antes de ponerse a trastear con el sistema).
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